El Protocolo de Seguridad y Sonido (Sound Safe Protocol) es una intervención sonora no invasiva, desarrollada por el Dr. Stephen Porges en su Teoría Polivagal.

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Escuchar durante 5 hs. (en sesiones de 30 minutos o de una hora) sonidos alterados específicamente en sus frecuencias, permite:

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• Recalibrar el sistema nervioso

• Disminuir la hipersensibilidad auditiva

• Disminuir otras hipersensibilidades de procesamiento sensorial (tacto, vista, ingestión/digestión)

• Aumentar la capacidad de registrar las señales de seguridad del entorno y establecer relaciones satisfactorias

• Mejorar la capacidad de respuesta a las circunstancias -aún las desafiantes- y luego retornar a la seguridad

• Mejorar la capacidad de autoregulación emocional y de aprendizaje

• Promover una mejora significativa en los resultados de las terapias

 

Nuestra capacidad de hacer y estar en cualquier situación depende de nuestro estado fisiológico y emocional. Las experiencias traumáticas son aprendizajes con consecuencias negativas que sintonizan nuestro sistema nervioso en un modo defensivo, dificultando sentirnos seguros y conectados. El sistema nervioso autónomo también posee neuroplasticidad y puede volver a cambiar las respuestas que han sido afectadas por nuestras experiencias.

 

El nervio vago, que es tonificado a través del SSP, lleva la mayor información bidireccional entre el cerebro y el cuerpo.  Se inicia en el núcleo del cerebro y viaja a las profundidades del intestino, afectando el movimiento de los ojos, las expresiones faciales, el tono de la voz, la frecuencia cardíaca y su variabilidad, la respiración y la función del bazo, el hígado, los riñones y los intestinos. Interviniendo en la sensibilidad del procesamiento sensorial y en la conciencia corporal. Puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la respuesta inmune. Es el nervio que cuida el cuerpo. Se describen efectos positivos sobre el dolor crónico.

 

El SSP está diseñado para ser usado con otras terapias

 

¿Quiénes podrían beneficiarse con el SSP?

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Para cambiar nuestros estados emocionales, primero es necesario alterar las sensaciones autónomas, viscerales y kinestésicas subyacentes, para lo que se requiere una conciencia interoceptiva fiable, que está alterada en condiciones clínicas como el trauma y la alexitimia.

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Las reacciones instintivas de supervivencia (tanto de inmovilización como de movilización) están diseñadas para ser temporales y reajustarse luego de que la amenaza cese. Cuando eso no sucede y no se restaura la homeostasis autónoma central de manera oportuna las personas permanecen en un estrés continuo que se acumula, dando lugar a lo que algunos autores llaman “síndrome de desregulación autónoma” en el que incluyen tensión, dolor, fibromialgia, vasoconstricción, sudoración excesiva y taquicardia, asi como entumecimiento, fatiga crónica, síndrome de colon irritable, reflujo gástrico, baja frecuencia cardíaca, mareos, migrañas.

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La teoría polivagal nos ha permitido entender porqué las personas que experimentaron una amenaza vital, vieron reajustadas sus reacciones neurales hacia un sesgo defensivo, perdiendo la resiliencia para regresar a un estado de seguridad. El SSP nos permite ayudarlos a recalibrar ese sistema, proporcionando una plataforma neural para la seguridad y la conexión.

 

En el campo de la conexión social, el SSP mejora el contacto visual, la expresividad facial, la comprensión del habla, la autoregulación emocional, interacciones más recíprocas y mejor ajuste de la expresividad emocional a través de un mejor registro y etiquetado emocional y la apertura paulatina a la experiencia de contacto físico en condiciones de seguridad.

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Las personas con trastornos que presentan hipersensibilidad al sonido, pueden responder negativamente a ruidos inesperados o fuertes, distraerse o perturbarse con el ruido de fondo o continuo y resultarles difícil extraer las frecuencias del habla humana del ruido de fondo. Con el SSP se han observado mejoras significativas en el procesamiento auditivo particularmente en la capacidad de descifrar el habla humana respecto del fondo sonoro. Se han descripto buenos resultados en pacientes con misofonía, que experimentan respuestas intensas emocionales al procesamiento de estimulos auditivos presentes en el ambiente. 

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Si el cuerpo está sintonizado a la defensiva, se enferma. Física y mentalmente. Esta innovadora tecnología nos permite recalibrarlo hacia la seguridad, la calma y la conexión.

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Gabriela Zigaler, Directora de Psicoinnovaciones, es la única terapeuta certificada de América Latina para ofrecer el SSP.

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